Raúl López: «El fútbol lo aprendí en la calle»
- Rubén Olmedo Ferreres
- 23 mar 2022
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 10 may 2022
El jugador del CD Roda B vive su tercera temporada en Preferente
Dicen que los niños vienen con un pan debajo del brazo, pero en el caso de Raúl López podría decirse que vino con un balón. Formado en las canteras del CD Grao Castellón, CF San Pedro, CD Roda y CD Castellón, López vive su tercera temporada en Preferente, totalmente asentado en la categoría. Como él mismo asegura, el fútbol es «algo imprescindible» en su vida, un deporte que aprendió «en la calle».
Tan importante es el fútbol para él que lo lleva tatuado en el muslo derecho, recordando su amor por el deporte y sus inicios. Unos inicios que recuerda con cariño y humor cuando cuenta que empezó a jugar con 4 años. «No tenía la edad para jugar e hicieron alguna triquiñuela para poder hacerme ficha», comenta entre risas.

López empezó jugando al fútbol de manera federada en el CD Grao Castellón. Cuenta que allí aprendió a «saber perder», debido a que, al ser un equipo nuevo, costaba conseguir victorias. Además, también recuerda aprender «la picardía y el coraje».
Nacido en el año 2000 y criado en el Grao de Castellón, López vive su tercera temporada como futbolista amateur y en la categoría Preferente. Para esta campaña, el grauero regresa al Roda, club en el que estuvo durante cinco temporadas durante su etapa formativa. «Acepté volver al Roda a pesar de tener ofertas de otros clubes por lo a gusto que estuve allí», confiesa López.

Sin embargo, el joven extremo reconoce que la temporada está siendo costosa, debido a que se trata de un «equipo joven». «Hemos perdido puntos por falta de experiencia», reconoce López, aunque ve al equipo capacitado para conseguir la permanencia en la categoría.
El Roda B ocupa actualmente la duodécima plaza y se encuentra cinco puntos por encima del descenso. En el club gualdinegro, el grauero se ha reencontrado con uno de sus mejores amigos, Raúl Ramírez. Además de ser amigos desde la infancia, ambos han compartido vestuario en el San Pedro, en el Castellón y ahora en el Roda.
Raúl López ha llegado al amateur B del Roda procedente del Cabanes, club para el que solo tiene elogios. «La afición me daba mucho cariño y apoyo», cuenta López, asegurando que en el Cabanes fue muy feliz y disfrutó del fútbol.
Sobre todo, recuerda con especial ilusión su primera temporada, en la que fue uno de los jugadores revelación de la categoría anotando siete goles. «Hice una gran temporada», asegura. Reconoce que llegó en muy buen estado físico, ya que hizo la pretemporada con el filial del CD Castellón, lo que le permitió mostrar su mejor versión sobre el césped.
Su etapa en el Castellón fue corta, pero intensa. López llegó al juvenil A en categoría Nacional. Aquella temporada, los albinegros se quedaron a las puertas de conseguir el ascenso a División de Honor, la máxima categoría en etapa juvenil.
Durante esa temporada, el extremo cuenta que vivió la presión del futbolista. «Cada entrenamiento había que dar el máximo para ganarse el puesto porque había mucho nivel en la plantilla», recuerda López. El grauero confiesa que, en ocasiones, la presión le superaba y llegó a pensar en «tirar la toalla», pero sacó ese carácter que le caracteriza dentro del campo y siguió peleando por hacerse un hueco. «Acabó siendo una temporada muy bonita y una experiencia inolvidable», declara López asegurando que el esfuerzo mereció la pena.
Y es que, el fútbol amateur y el fútbol de élite tienen más cosas en común de lo que se puede pensar. Una de ellas son las supersticiones que tienen los futbolistas el día del partido. López confiesa que tiene dos. Si el banco del vestuario es de madera, lo toca y se santigua. Finalmente, al entrar al campo, el extremo da dos pequeños saltos con el pie derecho y uno con el pie izquierdo. Tras esto, se santigua y pide a sus abuelos disfrutar del partido y evitar cualquier lesión.
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